Aristófanes, (450 a.C.-. 388 a.C.), el mayor representante de la comedia griega antigua y el que más obras se han conservado. Es el único representante existente de la Comedia Antigua, es decir, de la fase de la dramaturgiaVi cómica (c. siglo V a.C.) en la que el coro, la mímica y el arte burlesco todavía jugaban un papel considerable y que se caracterizaba por una fantasía audaz, una sátira despiadada e inmoral, un humor descaradamente lascivo y una marcada libertad de crítica política. Pero Aristófanes pertenece al final de esta fase y, de hecho, su última obra existente, que no tiene ningún elemento coral, puede considerarse como el único ejemplar existente de la efímera Comedia Media, que, antes de finales del siglo IV a.C., sería reemplazada a su vez por la sátira social más suave y más realista de la Nueva Comedia.
Vida y carrera
Poco se sabe sobre la vida de Aristófanes, y la mayoría de los hechos conocidos se derivan de las referencias en sus propias obras. Era un ciudadano de Atenas que pertenecía al clan llamado Pandionis, pero su lugar de nacimiento real es incierto. (El hecho de que él o su padre, Filipón, poseían propiedades en la isla de Aegina puede haber sido la causa de la acusación de sus conciudadanos de que no era de nacimiento ateniense). Comenzó su carrera dramática en el año 427 a.C. con una obra de teatro, el Daitaleis, que parece, a partir de los fragmentos que han sobrevivido, haber sido una sátira de las teorías educativas y morales de sus contemporáneos. Se cree que escribió unas 40 obras en total. Una gran parte de su obra está relacionada con la vida social, literaria y filosófica de la propia Atenas y con temas provocados por la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.). Esta guerra fue esencialmente un conflicto entre la Atenas imperialista y la conservadora Esparta y, por lo tanto, fue durante mucho tiempo el tema dominante en la política ateniense. Aristófanes se opuso a los estadistas más o menos belicosos que controlaron el gobierno de Atenas durante la mayor parte de su madurez, y vivió para ver el resurgimiento de Atenas después de su derrota por Esparta.
Logros dramáticos y literarios
La reputación de Aristófanes ha resistido el paso del tiempo; sus obras se siguen publicando y produciendo con frecuencia en numerosas traducciones, que consiguen con más o menos éxito transmitir el encanto de los juegos de palabras, las ocurrencias y las alusiones de actualidad de Aristófanes. Pero no es fácil decir por qué sus comedias siguen atrayendo a un público más de dos milenios después de haber sido escritas. En cuanto a la construcción de la trama, las comedias de Aristófanes suelen estar poco estructuradas, llenas de episodios extraños e intrascendentes, y a menudo degeneran al final en una serie de episodios desconectados y bulliciosos. La grandeza de Aristófanes reside en el ingenio de sus diálogos; en su sátira generalmente de buen humor aunque ocasionalmente malévola; en la brillantez de su parodia, especialmente cuando se burla del controvertido dramaturgo Eurípides; en el ingenio y la inventiva, por no decir el absurdo risible, de sus escenas cómicas nacidas de la fantasía imaginativa; en el peculiar encanto de sus canciones corales, cuya frescura todavía puede ser transmitida en otros idiomas que no sean el griego; y en la franqueza licenciosa de muchas escenas y alusiones en sus comedias.
