Socrates

Socrates

Murió a la edad de 71 años

Lugar de nacimiento: Atenas

Famosa por: Filósofo

Familia:

Cónyuge: Xanthippe

Padre: Sophroniscus

Madre: Phaenarete

Hijos: Lamprocles, Menexenus, Sophroniscus

Murió el: 399 A.C.

Lugar de la muerte: Atenas Clásica

Descubrimientos/Inventos: Método Socrático

Biografía de Sócrates

Sócrates (470-399 a.C.) fue un filósofo de la antigua Grecia, el primer pensador del trío de filósofos griegos antiguos, que incluyó a Platón y Aristóteles, para establecer los fundamentos filosóficos de la cultura occidental. «Conócete a ti mismo» es la esencia de toda su enseñanza.

Sócrates nació en Atenas, Grecia, en el año 470 a.C. Hijo de un escultor y albañil y de una comadrona, de su infancia nada se sabe. En su juventud, participó en tres campañas militares.

Entre 406 y 405 a.C., fue miembro del consejo legislativo de Atenas. En el año 404 a.C., arriesgó su vida por negarse a colaborar en las maniobras políticas diseñadas por la dinastía de los Treinta Tiranos que gobernaban la ciudad.

Sócrates, un hombre adulto, llamó la atención no sólo por su inteligencia, sino también por la extrañeza de su figura y sus hábitos. Nariz corpulenta, corta, aburrida, ojos saltones, ropas rotas, descalzo, vagaba por las calles de Atenas.

Sócrates solía pasar horas inmerso en sus pensamientos. Cuando no estaba meditando solo, hablaba con sus discípulos, tratando de ayudarlos en su búsqueda de la verdad.

Período Socrático

Antes de que Sócrates apareciera en el panorama intelectual de Grecia, los filósofos se centraban en la explicación natural del universo, un período que se conoció como «pre-socrático».

A finales del siglo V a.C. se inició la segunda fase de la filosofía griega, que pasó a denominarse «socrática», donde la mayor preocupación se refería al individuo y a la organización de la humanidad.

Estos filósofos comenzaron a preguntarse: ¿Qué es la verdad? ¿Qué es bueno? ¿Qué es la justicia?

Fuentes del estudio de Sócrates

Sócrates no dejó ninguna obra escrita. Pensó que el intercambio directo de ideas era más eficiente, a través de preguntas y respuestas entre dos personas.

Todo lo que nos llegó sobre Sócrates vino a través del filósofo Platón, su discípulo, en cuyos Diálogos el maestro siempre aparece como el personaje central.

La segunda fuente es el historiador Jenofonte, amigo y frecuentador de los encuentros en los que Sócrates participó. Aristófanes cita o presenta a Sócrates como personaje en algunas de sus comedias, pero siempre lo hace parecer ridículo.

La última fuente es Aristóteles, discípulo de Platón, que nació 15 años después de la muerte de Sócrates.

Las ideas de Sócrates

Para Sócrates su mayor ambición era no sólo ser un maestro, sino también un benefactor de la humanidad. Quería que se estableciera la justicia social en todo el mundo.

Sócrates no tenía exactamente una escuela, sino un círculo de parientes y discípulos con los que se encontró en el gimnasio del Liceo. Se ocupaba de los asuntos de los demás y se olvidó de los suyos. Su esposa, Xantipa, dijo que era un dios para los jóvenes atenienses.

Sócrates tenía una forma característica de expresar sus ideas. Para transmitir sus conocimientos, nunca respondía a las preguntas; al contrario, hacía preguntas.

Filosofía de Sócrates

El principio de la filosofía de Sócrates está en la frase «Conócete a ti mismo», inscrita en el templo de Apolo en Delfos, para la que dio una interpretación original.

Para Sócrates, antes de lanzarse a la búsqueda de cualquier verdad, el hombre necesita analizarse a sí mismo y reconocer su propia ignorancia.

Sócrates inicia una discusión y conduce a su interlocutor a tal reconocimiento, a través del diálogo. Esta es la primera fase de su método, llamada ironía o refutación.

En la segunda fase, el maieutics, Sócrates pide varios ejemplos particulares de lo que se está discutiendo. Por ejemplo, si está tratando de definir el valor, pide descripciones de actos valientes. La maieutica (técnica de sacar a la luz) presupone una creencia de Sócrates, según la cual:

«La verdad está ya en el hombre mismo, pero no puede alcanzarla, porque no sólo está envuelto en falsas ideas, en prejuicios, sino que también carece de métodos adecuados».

Una vez eliminados estos obstáculos, se alcanza el verdadero conocimiento, que Sócrates identifica como virtud, opuesto al vicio, que sólo se debe a la ignorancia. De ahí su famosa frase: «Nadie hace el mal voluntariamente».

El sabio que no sabía nada

Se dice que el Cerefón Griego fue al templo de Apolo, en la ciudad de Delphus, al norte del Golfo de Corinto, deseoso de obtener una respuesta.

Cuando llegó al templo, preguntó quién era el hombre más sabio de Atenas. Sorprendido y confundido, fue a ver a su amigo Sócrates. Se sorprendió aún más y se pasó el día investigando lo que el dios había dicho.

Según Platón, Sócrates concluyó:. «Soy el hombre más sabio de Atenas, porque «sólo yo sé que no sé nada», dijo. Por eso trató de aprender de todos.

Sócrates y Platón

Sócrates no dejó nada escrito, sólo conocemos sus enseñanzas a través de sus discípulos, especialmente a través de Platón, que transcribió los pensamientos del maestro en sus famosos diálogos, mezclándolos con sus concepciones personales.

En las obras, Apologia de Sócrates y Fédon, Platón defiende a su maestro ante los jueces y relata los últimos momentos de su vida.

En el diálogo de Menno, Platón muestra un ejemplo clásico de la aplicación de la maieutica, cuando Sócrates lleva a un esclavo ignorante a descubrir y formular varios teoremas de geometría.

La muerte de Sócrates

La política y la moral eran temas frecuentes en Atenas. Sócrates sentía que la Polis griega debía ser gobernada por aquellos que tenían el conocimiento, una especie de «aristocracia de los sabios».

El filósofo no estaba a favor de la democracia griega como se practicaba en Atenas. Criticó severamente las creencias religiosas y las costumbres de la cultura griega.

A los políticos de Atenas no les gustó su método de detenerlos en la calle para hacerles preguntas embarazosas. Y luego se juntaron y decidieron deshacerse de Sócrates.

Un día, cuando llegó al mercado para su debate filosófico diario, encontró la siguiente advertencia, colocada en la tribuna del público: «Sócrates es un criminal. Es ateo y corruptor de la juventud. La pena por su crimen es la muerte.

Sócrates fue acusado de hacer tiranos, corromper a la juventud e introducir dioses extraños en Atenas.

Fue arrestado y juzgado por un jurado de todos aquellos políticos cuya hipocresía había denunciado en plazas públicas, fue declarado culpable.

Cuando se le preguntó cuál debería ser su castigo, sonrió sarcásticamente y dijo: «Por lo que he hecho por ti y por tu ciudad, merezco ser apoyado hasta el final de mi vida con fondos públicos».

Sócrates fue forzado a terminar su vida como un criminal. Durante treinta días estuvo en una celda funeraria y luego se le dio a beber una taza de veneno.

Cuando sintió que sus miembros se estaban enfriando, se despidió de sus amigos y familiares con las palabras:

«Y ahora hemos llegado a la encrucijada de los caminos. Vosotros, amigos míos, entrad en vuestras vidas, yo entraré en mi muerte. ¿Cuál es el mejor de estos caminos? Sólo Dios lo sabe.

Sócrates murió en Atenas, Grecia, en el año 399 a.C.